Los Acuerdos de Paz en Guatemala, firmados entre la guerrilla y el Ejército en 1996, permitieron poner fin a la guerra civil pero aun queda pendiente combatir la desigualdad para construir una nación equitativa, coincidieron hoy líderes en el VII Foro Regional Esquipulas.
Guatemala, 27 jul (EFE).- Los Acuerdos de Paz en Guatemala, firmados entre la guerrilla y el Ejército en 1996, permitieron poner fin a la guerra civil pero aun queda pendiente combatir la desigualdad para construir una nación equitativa, coincidieron hoy líderes en el VII Foro Regional Esquipulas.
“Fracasamos” en la consecución de un país “más justo y equitativo”, afirmó Marco Vinicio Cerezo, el primer mandatario de la era democrática en Guatemala, durante su intervención en el VII Foro Regional Esquipulas, que se celebra en el país para discutir sobre democracia, integración y desarrollo.
Cerezo, uno de los promotores de los acuerdos de Esquipulas, recordó que el espíritu de esos tratados condujeron a la paz en Centroamérica.
“No podíamos ser una isla de democracia en una región de conflicto”, pero la construcción de un Estado no ha terminado de completarse, indicó.
En Guatemala, alrededor del 60 % de la población vive en una situación de pobreza y el país necesita urgentemente afrontar el problema de la desigualdad como una prioridad, remarcó el expresidente.
Para ello, apeló a la unidad social, cuya efectividad, afirmó, demostró ser capaz de acabar con Gobiernos como el de Otto Pérez Molina, actualmente en prisión preventiva por corrupción.
Unidos, explicó Cerezo, el país puede acabar con los monopolios que se apropian de los recursos y exigir a las industrias extractivas que compartan los beneficios.
Para ello, es imprescindible incorporar a los pueblos indígenas, a las mujeres y recuperar el papel de los partidos políticos como representantes ideológicos, lejos de su actual rol como “partidos de ocasión”, agregó.
La construcción de una nueva Guatemala es también el objetivo del actual presidente, Jimmy Morales, quien apostó por “invertir” en la población para completar la transformación del país y dejar un Estado mejor “a las nuevas generaciones”.
“¿De qué igualdad podemos presumir nosotros en Guatemala?”, se preguntó el mandatario.
Por su parte, el expresidente y actual alcalde de Ciudad de Guatemala, Álvaro Arzú, firmante de los acuerdos de paz, reconoció las dificultades de aquella época y reivindicó los liderazgos fuertes.
“La democracia se ha vuelto un veneno para la paz”, lamentó, tras cargar contra la prensa: “A la prensa se le paga o se le pega”.
En el foro “Resignificando la Paz y la Democracia para el Desarrollo y la Justicia social” intervino también el expresidente chileno Ricardo Lagos, quien reclamó una nueva cumbre regional sobre migración, narcotráfico y seguridad. EFE
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