El siglo XXI ha traído consigo nuevos retos para el mundo en general y Centro América en particular. Como remarcó el Licenciado Pablo Roldán en el marco de la primera plenaria del IV Foro Regional Esquipulas, “La globalización está planteando una serie de desafíos que América Central debe afrontar y para países pequeños: la apertura comercial y la liberalización del flujo de capitales a nivel mundial presentan problemas que pueden ser abordados de manera más eficaz a través de la concentración regional”. La capacidad de las estrategias nacionales son limitadas para enfrentar los problemas que la globalización plantea, pero si se abordan con un programa de desarrollo regional correcto, esos dilemas pueden transformarse en oportunidades. Para llevar a cabo este proyecto de forma adecuada hay que empezar por ser conscientes de la realidad de la región.
El primer paso es admitir que todavía no se ha resuelto la problemática social y de participación de las personas en la riqueza y bienestar nacional, en los Estados de Centro América. Concretamente, como subrayó el Licenciado Vinicio Cerezo, expresidente de la República de Guatemala y Presidente de la Fundación Esquipulas,
“Este modelo de desarrollo que tenemos ahora es la concentración de la riqueza en un porcentaje muy pequeño de la población, enormes niveles de pobreza extrema y una clase media sometida a presiones económicas que no puede financiar y que disminuye su capacidad de compra, empujándola hacia abajo en la escala social”. Esa desigualdad debe ser el principal problema a resolver en la región. Junto a esa cuestión, se ha sumado el del narcotráfico y el crimen organizado, que aprovecha la debilidad que se fue provocando en el estado en el proceso de privatización y han creado un ambiente de inseguridad ciudadana y la impresión de la existencia de un Estado fallido.
Otra realidad a tener en cuenta es el crecimiento poblacional en relación con el crecimiento económico de la región. En 2040, Centro América con Panamá tendrán 121 millones de habitantes. Actualmente, la economía centroamericana está creciendo en torno al 3-3,1%. Ese crecimiento es similar al crecimiento de la población, lo que significa que ese crecimiento económico no sólo no mejora el nivel de vida, sino que aumenta la pobreza. Centroamérica necesita crecer al menos al 5,5% anual, de lo contrario “no somos viables como países”, aseguró el Licenciado Guillermo Salazar, no hay manera de reducir la pobreza. Pero, ¿cómo lograr esta meta?: hay que invertir. Ahora la inversión es del 19% del PIB y se necesita invertir un 23,5% para llegar a ese crecimiento del 5,5% anual. Se requiere invertir en aquellos sectores con alto impacto económico, donde Centroamérica tiene ventaja comparativa dinámica.
Una pregunta clave en todo este contexto es ¿cómo se ha producido esta situación de desigualdad y falta de oportunidades y competitividad en la región? Pues bien, de acuerdo con el Lic. Vinicio Cerezo la raíz del problema se encuentra en “la implementación de un modelo de crecimiento económico que fracasó en todas partes y que condujo a la crisis financiera mundial”. Por eso es necesario un nuevo modelo de desarrollo. Ese nuevo modelo ha de aprender de los errores del sistema que nos ha conducido a la situación anteriormente descrita. Concretamente:
a.- Hay que tomar en cuenta a la comunidad, porque no hacerlo, nos lleva a enormes grados de conflictividad social y pone al Estado en situación de o suspender los proyectos o utilizar mecanismos de represión en contra de esta comunidad.
b.- No debemos permitir la creación de monopolios u oligopolios que afecten al surgimiento y crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
c.- Se debe castigar severamente la corrupción.
Además, el nuevo modelo de desarrollo regional debe tener las siguientes características para ser realmente eficaz y eficiente respecto a los problemas que pretende solucionar:
a.- Estar dirigido a solucionar los principales problemas que afectan a los países en su desarrollo.
b.- Las inversiones de estos proyectos deben ser recuperables y en esa medida autofinanciable en el mediano y largo plazo.
c.- Ser creador y fuente de empleo de forma masiva.d.- Debe ser amigable con el medioambiente.
e.- Los proyectos deben ser decididos por entidades mixtas; compuestas por personas representantes de la sociedad civil, el gobierno y el sector privado. De esta forma, debe evitarse que los proyectos sean decididos para beneficiar a un sector económico, a una persona o empresa.
La plasmación material del nuevo modelo de desarrollo es el acuerdo de Esquipulas III, que sigue el camino iniciado por Esquipulas I y II. Los Acuerdos de Esquipulas I y II, firmados en 1986 y 1987, supusieron un hito histórico en la construcción de la paz, el Estado de Derecho y la democracia en América Central. En ellos se establecieron las bases para una Paz Firme y Duradera en la región, así como una cooperación económica y una estructura básica para la resolución pacífica de los conflictos. Se abre ahora una nueva etapa en la consolidación de ese proceso del Estado democrático Centroamericano. Es hora de dar un paso más y comenzar una integración real, que tenga como objetivo un desarrollo económico y social que haga más sólidos los lazos de las diferentes Estados de Centroamérica y los haga más fuertes para afrontar tanto los retos regionales como globales. Esquipulas III debe tener como misión materializar tal idea, convirtiéndose en el Proyecto de Desarrollo Social y Económico para América Central y el Caribe. El acuerdo contendría los objetivos estratégicos de la región para transformar para siempre Centroamérica y el Caribe en un bloque desarrollado, el cual se pretende, como sucedió en el caso de Esquipulas I, sea firmado como acuerdo por los Presidentes. Este acuerdo entre los Presidentes debe ser compartido por los diversos sectores de la sociedad para convertir el desarrollo de los países de Centroamérica y el Caribe, en un movimiento compartido por todos, esencialmente participativo en donde cada sector, cada grupo, cada gremio y cada partido acepten una parte de la responsabilidad histórica de darle a nuestra gente lo que ha esperado por siempre de sus dirigentes políticos y gremiales; Esquipulas III es entonces la aceptación del reto histórico que tenemos a partir de la consecución de la paz y de la Democracia Formal, Esquipulas III va mas allá del acuerdo entre los Presidentes, es un movimiento que empieza con la satisfacción de las necesidades esenciales hasta la creación de una sociedad de bienestar en donde la mayoría, sino todos, encuentren las condiciones adecuadas para realizarse como seres humanos, como personas. Esquipulas III es el punto de partida para transformar para siempre a Centro América y al Caribe, es el inicio de un cambio que permitirá que dejemos de ser una región en vías de desarrollo para convertirnos en una de las regiones desarrolladas del mundo, para bendición de toda nuestra gente.
El IV Foro Regional Esquipulas tuvo como título “El Sueño Centroamericano”. Ese sueño significa precisamente convertir en realidad un innovador proyecto de desarrollo que no sólo se centre en lo puramente económico, sino que tenga como eje orientador aspectos sociales que preocupan gravemente a todos los ciudadanos sin exclusión. Es por tanto, un sueño de construir una Centro América más interconectada, más eficiente, más segura, amiga del medio ambiente, pero, sobre todo, inclusivamente democrática. El IV Foro Regional Esquipulas creó un espacio de diálogo constructivo sobre este sueño. Esta edición del Foro Regional Esquipulas se volvió a convertir, como ya lo hiciera el Foro en ediciones pasadas, en un encuentro y diálogo de ideas plurales, recogiendo las inquietudes y propuestas de diversos sectores de la sociedad. Las ediciones pasadas del Foro Regional Esquipulas invitaban a hacer un esfuerzo por superar los retos presentes y “pensar” Centroamérica. Esta última edición del Foro fue un paso más allá, pues, teniendo en cuenta el legado de los foros anteriores y la realidad de la región, animaba a soñar en una Centroamérica nueva, con un innovador modelo de desarrollo que le ayude a superarse internamente y a posicionarse de forma ventajosa a escala mundial.
Con todo esto, el nuevo modelo de desarrollo que se presentó en el IV Foro Regional Esquipulas está planteado para resolver el problema de cada uno de los países sin excepción. Este modelo requiere un acuerdo regional.